martes, 22 de diciembre de 2009

Corrupción e indicadores de Desarrollo


En la página del BCRP pueden encontrar dos interesantes papers relacionados con el tema de la corrupción:

1.
DT N° 2006-007: Corrupción e Indicadores de Desarrollo: Una Revisión Empírica
Autores: Saki Bigio, Nelson Ramírez-Rondán
Lenguaje: Español
Fecha: Junio 2006

Resumen: En este documento se reporta evidencia internacional sobre la relación entre corrupción y una serie de indicadores de desarrollo económico: estabilidad económica, calidad del gasto público (educación y salud), ingresos tributarios, desigualdad, inversión, y crecimiento económico. Para ello, en primer lugar, se muestra a través de correlaciones no condicionadas que la corrupción está relacionada negativamente con variables asociadas al desarrollo económico. En segundo lugar, se cuantifican los efectos de la corrupción sobre el crecimiento económico; para ello, se estima un modelo de datos de panel dinámico para una muestra de 80 países durante el período 1960-2000; los resultados indican que una mejora en los índices de corrupción de los países de Latinoamérica y África al nivel promedio de los países desarrollados incrementaría el crecimiento del PBI per cápita en un 0,5% y 0,7% más, respectivamente.
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1. Introducción
2. Corrupción: ¿Qué es? y ¿Cómo se mide?
3. Corrupción e Indicadores de Desarrollo
3.1. Corrupción y Estabilidad
3.2. Corrupción y Gasto en Educación y Salud
3.3. Corrupción y Gasto Militar
3.4. Corrupción e Ingresos Tributarios
3.5. Corrupción y Desigualdad
3.6. Corrupción e Inversión
4. ¿Cuánto Explica la Corrupción al Crecimiento Económico?
4.1. Estrategia Empírica
4.2. Resultados de la Estimación
5. Conclusiones

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2.
DT N° 2009-005: Educación, corrupción y la maldición de los recursos naturales
Autores: Iván Aldave y Cecilia García-Peñalosa
Lenguaje: Inglés
Fecha: Abril 2009

Resumen: La evidencia empírica de los determinantes del crecimiento entre los países ha encontrado que el crecimiento es menor cuando los recursos naturales son abundantes, la corrupción es generalizada y el desarrollo de la educación es baja. La literatura de forma extensiva ha examinado las maneras en que estas tres variables afectan el crecimiento, pero han tendido ha realizarlo de manera separada. En este documento argumentamos que la corrupción y la educación están interrelacionados y ambas dependen crucialmente del stock inicial de recursos naturales. El elemento clave es el hecho que los recursos afectan los retornos relativos de invertir en capital humano y capital político, y a través de estas inversiones, el nivel de producción y crecimiento. En este contexto, la inequidad juega un rol clave tanto para determinar si existe un equilibrio en la economía y como resultado del crecimiento económico.
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viernes, 4 de diciembre de 2009

Romper la mano, una interpretación antropológica de la corrupción

Autor: HUBER, Ludwig

Documento para descargar: Una interpretación antropológica de la corrupción

Abstract:

Hacia fines de los años sesenta del siglo pasado, el economista Gunnar Myrdal (1968: 938) denunció la ausencia del tema corrupción en los estudios académicos. Aunque todos sabían de su existencia, la corrupción fue tratada como un tabú en la investigación y escasamente mencionada en discusiones sobre problemas de gobernabilidad y planificación que - sometidas a lo que Myrdal llama "la diplomacia en la investigación" - trataron de evitar "temas vergonzantes".

Desde mediados de los noventa, el panorama ha cambiado completamente, y el otrora "tabú" se ha catapultado desde los márgenes de la academia y de la política hacia una posición privilegiada. La corrupción es actualmente uno de los "problemas" más discutidos en la política internacional; pues, así reza el discurso de los expertos, no sólo obstaculiza el desarrollo económico, sino además fomenta un ambiente antidemocrático, la inseguridad, la negación de valores morales y la falta de respeto para instituciones constitucionales y autoridades públicas. En suma, la corrupción refleja un déficit en gobernabilidad.

Mientras años antes las instituciones financieras y los discursos sobre el desarrollo exhortaban a las naciones menos privilegiadas a trabajar duro y controlar sus poblaciones, en el contexto neoliberal el fracaso del desarrollo es explicado a través de la corrupción (Hasty 2005: 271). Por consiguiente, desde los años noventa la comunidad internacional ha lanzado una enorme cantidad de iniciativas y campañas, para erradicar prácticas corruptas y promover el buen gobierno en los países subdesarrollados del Sur y en los países de transición de la otrora Unión Soviética. Organismos transnacionales como el Banco Mundial o el Fondo Monetario Internacional otorgaron a la lucha contra la corrupción un lugar privilegiado en sus agendas y diseñaron una serie de programas para buscar salidas de un mal aparentemente endémico. Instituciones no gubernamentales, entre las cuales destaca Transparency Internacional (TI), se han unido a la lucha. A nivel nacional, no hay país que no tenga alguna forma de una agenda anti-corrupción. Detrás de este consenso post-Guerra-Fría está la convicción que transparencia y accountability promueven la democracia y contribuyen a la estabilidad política en los países subdesarrollados.

Estos esfuerzos fueron acompañados por una producción académica cada vez más numerosa, principalmente desde las ciencias económica y política, cuyos resultados se dividen entre ensayos analíticos sobre causas y efectos, el análisis del marco institucional del fenómeno y un amplio debate sobre posibles soluciones, entre las cuales destacan diversos modelos para el adecuado comportamiento de funcionarios, políticos y ciudadanos.

Siguiendo la definición consagrada por el Banco Mundial en el World Development Report de 1997, los estudios políticos y económicos perciben a la corrupción por lo general como "abuso de poder público para el beneficio privado". Hay una clara prevalencia de un enfoque normativo y universal, que no permite variaciones y analiza la corrupción en la terminología del rational choice como "disfunción" de funcionarios públicos que responden a una determinada estructura de incentivos. Esta percepción se ha vuelto tan universal y tan incuestionable que una plétora de estudios que, en los años sesenta del siglo pasado, enfocaron los determinantes sociohistóricos y las funciones sociales de la corrupción, quedó sepultada en el olvido y la indiferencia (véase el siguiente capítulo). El hecho de que los estudios, en su mayoría, fueran llevados a cabo por intelectuales arraigados en los países industrializados, implica además que casi siempre reflejaran "el oprobio moral de foráneos" (Sajo 1998: 38).

La lucha contra la corrupción - y el Perú no es ninguna excepción - se adapta a la agenda establecida por las financieras transnacionales y se concentra en soluciones técnico-instrumentales derivadas de análisis económicos (Bukovansky 2002, 2006). La complejidad de la corrupción, las dificultades de encontrar siquiera una definición del término que aplique satisfactoriamente a entornos políticos y culturales divergentes, ha cedido a la divulgación universal y homogeneizante de las normas de la racionalidad occidental, en detrimento de un análisis crítico de los orígenes, las dinámicas y los impactos de la corrupción en contextos desiguales (Brown y Cloke 2004: 289). En suma, existe una cierta tendencia hacia la simplificación y un enfoque que busca soluciones y no tanto una comprensión del problema (Harrison 2004: 136).

Con muy contadas excepciones, la antropología se ha mantenido al margen de estas discusiones. Recién en los últimos años se han publicado algunas recopilaciones y un buen número de artículos en revistas académicas que analizan la corrupción desde una perspectiva explícitamente antropológica y la presentan como un fenómeno social multidimensional con variaciones locales específicas. Esta perspectiva implica una exploración del contexto social que produce y sostiene la corrupción y los discursos que se arman alrededor de ella.

Nuestro estudio sobre la corrupción cotidiana en Ayacucho es un intento de ubicación en esta corriente relativamente nueva. Entendemos la corrupción no como una actividad con expresiones idénticas y objetivas, independientemente del tiempo y del espacio donde ocurra, sino como una práctica social compleja y con variaciones locales y diacrónicas. Partimos de la constatación que la percepción de la corrupción como "abuso de poder público para el beneficio privado" supone una separación explícita de las dos esferas, la pública y la privada, tal como fue desarrollada por Max Weber en su modelo de la burocracia racional; la cual, sin embargo, no se da necesariamente en el contexto peruano y menos aún en zonas alejadas de la capital.

Nuestro interés, por cierto, se dirige más hacia la comprensión que hacia el encontrar soluciones. Sin embargo, los pobres resultados de la lucha contra la corrupción - a pesar de todos los planes nacionales y medidas legislativas, las decenas de manuales y cientos de artículos con proposiciones muy concretas y aparentemente bien elaboradas - estimula nuestra convicción que un estudio comprensivo no está de más.


Contenido
:

Introducción


I. El descubrimiento de la corrupción como problema
II. Hacia una interpretación de la corrupción desde la antropología
III. La corrupción en el Perú: legado histórico y discurso reciente
IV. La pequeña corrupción en Ayacucho: un estudio de caso
1. Ayacucho posguerra: un contexto fragmentado y conflictivo
2. La corrupción: hechos
3. Corrupción y educación
4. Relaciones turbulentas: Estado y sociedad en Ayacucho
A modo de conclusiones
Bibliografía

martes, 1 de diciembre de 2009

El pacto infame: estudios sobre la corrupción en el Perú

"¿Por qué una sociedades son más propensas a desarrollar prácticas corruptas que otras? ¿Cómo explicar la existencia de épocas históricas y culturas específicas donde la obtención de beneficios personales a través de medios ilegales, es decir, la transgresión sistemática a las normas, es (o ha sido) más intensa y/o frecuente que en otras? ¿Qué impacto tiene la corrupción sobre los niveles de inversión, la persistencia en la desigualdad en los ingresos y, en última instancia, sobre el crecimiento económico? ¿Cómo incide en la formación de valores ciudadanos, en la gobernabilidad democrática y en la vida cotidiana de la gente sus manifestaciones más perversas? Todas estas son interrogantes que, sobre todo durante la última década, se han convertido en un inevitable punto de referencia y en una fuente de preocupación no solo en el Perú y América Latina, sino también en el mundo..."
Presentación del libro EL PACTO INFAME

Con el fin de explicar la naturaleza de las prácticas corruptas en el Perú, la Red para el Desarrollo de las Ciencias Sociales, integrada por la Pontificia Universidad Católica del Perú, la Universidad del Pacífico y el Instituto de Estudios Peruanos, invitó a historiadores, economistas, sociólogos, y abogados para que intentaran explicar las razones de su persistencia en nuestro país.

El Pacto Infame editado por Felipe Portocarrero, actual rector de la Universidad del Pacífico, constituye en esfuerzo por dimensionar la corrupción en el Perú. El documento digital se puede encontrar en Books.Google :

El pacto infame: estudios sobre la corrupción en el Perú -


Uno de los documentos más interesantes que viene en este libros es el de Costos Históricos de la corrupción en el Perú Republicano de Alfonso W. Quiroz que lo pueden encontrar entre las páginas 75-92 del link arriba mencionado.

En la página 92 podremos encontrar el presente gráfico:



Sobre este estudio, La Revista Punto de Equilibrio de la UP realizó una entrevista:

Entrevista con Alfonso W. Quiroz, historiador económico especializado en temas d

La corrupción en el Perú: una larga historia
http://www.puntodeequilibrio.com.pe/punto_equilibrio/01i.php?bolnum_key=1&id=14&pantalla=noticia&serv_key=2100
Por Oswaldo Molina y Gastón Yalonetzky

Como parte de sus investigaciones, ¿ha realizado algún intento por cuantificar el monto de la corrupción y su costo en términos de crecimiento perdido en la historia del Perú?
He hecho una aproximación para dos décadas: la de 1850, que está basada en un estudio previo que realicé acerca de la deuda interna y la de 1990, para la cual he tomado en cuenta las cifras que han sido publicadas en los periódicos y las que provienen de las comisiones de investigación, entre otros. Los rubros clásicos que pueden utilizarse para calcular el monto de la corrupción son el contrabando y los contratos de armas. Las nuevas materias sujetas de análisis están referidas al narcotráfico y, por otro lado, a las obras, la deuda y la administración pública: el Poder Judicial, el Congreso, el Poder Electoral. Asimismo, he considerado también los procesos de privatización y el costo de oportunidad de la inversión extranjera (en el sentido que cuando hay mucha corrupción, este tipo de inversión no viene y se produce una pérdida).

Según las hipótesis que planteo, en momentos de alta corrupción, el monto de esta puede llegar hasta un 5% del PBI; mientras que en épocas de menor corrupción, el monto aproximado sería de 2 o 3% del producto. Estos cálculos indicarían que por concepto de corrupción histórica, el Perú, anualmente, ha perdido entre 30 o 50% de las posibilidades de desarrollo.

¿Qué tipo de similitud, siempre con referencia al tema de la corrupción, ha encontrado usted que guardan dos épocas tan distantes en el tiempo como las décadas de 1850 y la de 1990?
Observando esas dos décadas, he hallado lo que denominaría como un nivel máximo de corrupción que la gente “permite”. Tanto en la década de 1850 como de 1990, ese nivel llega hasta un 30% del presupuesto. Mi idea es que más allá de ese 30%, la prensa protesta, se forman escándalos y caen los gobiernos. Ahora, extendiendo el análisis, ese nivel máximo debería variar de acuerdo con el momento histórico. Así, durante la Colonia, debido al tipo de instituciones que había, o bajo regímenes dictatoriales, creo que dicho nivel debería ser más alto. Mientras tanto, en épocas de gobiernos independientes y democráticos, hay otras instituciones que harían disminuir, hasta cierto punto, dicho límite máximo.

¿Qué períodos históricos ha identificado como episodios de baja corrupción en el Perú?
Posiblemente, la década de la República Aristocrática, pero después de Piérola, personaje que a mi parecer es uno de los más corruptos de la historia peruana y lamentablemente siempre es considerado como un gran demócrata. Entonces, sería la época que va de 1895 hasta el primer gobierno de Leguía, pues parece que en ese primer período de Leguía también hubo corrupción, no solamente en la década de 1920.

Como contraparte a la pregunta anterior, cabe formular la siguiente: ¿Cuáles son los grandes periodos de corrupción en el Perú?
Las décadas pre-independencia, todavía bajo el régimen colonial, fueron de alta corrupción y eso explica por qué, en parte, la elite peruana colonial no quería la independencia. A fin de cuentas, su situación era mejor por sus arreglos informales con el poder establecido. Habían mecanismos coloniales de corrupción (el contrabando, por ejemplo) que ya eran parte de la dinámica de la época. En cambio, durante las primeras décadas de la República hasta 1850, debido a la tremenda destrucción producida en la lucha por la independencia, los militares, precisamente aquellos que pelearon por la independencia, no encontraron mucho que robar.

La época de 1850 fue una de las peores, la primera de las grandes olas de corrupción que hubo, así como la década de 1870. De allí nos vamos hasta la época de Leguía, quien poseía un vínculo con múltiples negocios y un aparato bastante bien montado, en el que varios grupos económicos se beneficiaban directamente. Los militares con Odría y, sobre todo, entre 1968 y 1980 impusieron una corrupción institucionalizada que no ha sido suficientemente estudiada.

Finalmente, tenemos los altos niveles de corrupción durante los gobiernos de Alan García y Alberto Fujimori. El caso de este último es el de un dictador civil, al igual que Leguía. Por ello, incluso, dados los mecanismos anticonstitucionales vigentes durante su régimen, yo diría que el suyo fue un gobierno más corrupto que el de Alan García.

¿Qué conclusión se puede sacar si uno compara el proceso anticorrupción actual con otros realizados en el pasado de nuestra historia republicana?
En 1850 hubo una revolución liderada por Castilla y Elías que trajo abajo el gobierno de Echenique. Luego se produjo una gran investigación que duró hasta 1857. Al final, sin embargo, los intereses detrás de la deuda interna impidieron que se aprese a muchos de los que habían participado en la corrupción de esa deuda. Varios de ellos se exilian y, de manera similar a lo que está pasando ahora, se condonan muchos casos comprobados de dolo, de falsificaciones. En el caso de Echenique y Torrico, ambos se fueron al extranjero. Pero el primero de ellos volvió, ¡Echenique vuelve al Perú como un héroe! Y al regresar, sigue complotando al vincularse con Piérola. Entonces, muchos de estos procesos anticorrupción por razones políticas y de intereses económicos se frustran y no se llega a condenar a los corruptos.

El de Leguía es otro caso típico. Se formó el Tribunal de Sanción Nacional y aparecieron muchos expedientes acusatorios. Sin embargo, como este era un tribunal ad hoc que había formado Sánchez Cerro bajo una dictadura militar, no pudo imponer las penas, porque luego fue abolido por ser un tribunal anticonstitucional. Por lo tanto, todos esos procesos expiraron.

Otro proceso de investigación se dio al final del gobierno de Odría; sin embargo, por razones políticas, el Congreso decidió clausurarlo. Y es que a los pradistas, por temor a un golpe de Estado, les convenía mantener la situación sin castigos a Odría y a los militares.

El actual proceso anticorrupción -que es uno de los más grandes, el más grande creo yo en la historia peruana- todavía está en cuestionamiento, es decir, no sabemos si ayudará a romper efectivamente con esta tradición histórica del borrón y cuenta nueva en el Perú.

Si a usted le encomendaran la tarea de proponer una serie de medidas con el objetivo de reducir la corrupción, ¿qué recomendaciones daría?
En primer lugar, definitivamente, castigar a los culpables. Si no hay mecanismos de control frente a la corrupción, esta no va a detenerse. Primero hay que reformar el sector judicial y tener muy en claro la competencia de cada Poder del Estado, en términos de reprimir, prevenir o limitar la corrupción. Asimismo, es imprescindible una reforma constitucional que se centre en mecanismos anticorrupción.

El otro campo de acción importante es la educación, en el sentido que a los niños y a los adolescentes se les enseñe cuánto ha costado la corrupción en el Perú en términos de desarrollo frustrado. De manera más generales, para que exista una reforma eficaz en el Perú, tiene que haber un incremento sustancial del capital social y capital humano. Una de las razones principales de la corrupción es la existencia de instituciones débiles. Yo cuestiono la opinión de algunos especialistas sobre los aspectos culturales de la corrupción, es decir, la idea de que en el Perú tenemos una cultura de la corrupción que viene desde la Colonia y, por lo tanto, siempre va a existir. Se sugiere así un determinismo cultural. Yo solamente digo que los elementos culturales están relacionados con las instituciones; es decir, siguiendo a North, estas instituciones continúan a través de las décadas y siguen reproduciendo el ambiente de reglas que permiten la corrupción.
En otras palabras, para que se produzca una verdadera reforma institucional tiene que haber una masa crítica de ciudadanos educados que acepte las reformas y las reglas, que regimiente una economía donde se respete la propiedad privada, donde no hayan favores comprados ni corrupción.

Una recomendación final, obvia pero necesaria, sería que los funcionarios públicos sean remunerados mejor, de manera que se minimice el riesgo de que caigan tan fácilmente en la corrupción.

Corrupt circles: a history of unbound graft in Peru , escrito por el mismo Alfonso W. Quiroz es otro libro interesante , lo pueden encontrar aquí Corrupt circles: a history of unbound graft in Peru - Resultado de la Búsqueda de libros de Google, aunque episodios completos han sido recortados. No existe aún la versión en español.